María Pujol

Sobre la Artista

María Pujol
Artista Gráfica, Grabadora y Estampadora de Oficio

María Pujol es una artista gráfica y grabadora cuyo enfoque innovador renueva y transforma el arte del grabado tradicional, explorando nuevos límites en el ámbito gráfico contemporáneo. Su obra se destaca por la creación de dioramas tridimensionales que funcionan como ventanas hacia otros lugares, tiempos y espacios., Pujol transforma el arte bidimensional en experiencias envolventes, creando ambientes de bosques, luces y sombras que transportan al espectador a escenarios únicos, invitándolo a una profunda experiencia de contemplación y exploración.
Pujol es reconocida por su habilidad para fusionar la técnica ancestral del grabado con herramientas y recursos multimedia de vanguardia. No solo introduce una tercera dimensión en un medio tradicionalmente bidimensional; también incorpora iluminación LED RGB y audio digital, generando así una atmósfera multisensorial que enriquece la experiencia del espectador. Cada obra se convierte en una interacción profunda, ampliando el alcance emocional y visual de sus grabados, y transformando la contemplación pasiva en un viaje activo a través de su arte.

Proceso Creativo y Técnicas

Cada una de las obras de María Pujol nace de un proceso creativo meticuloso y artesanal, que combina técnicas tradicionales de grabado con métodos contemporáneos, permitiéndole alcanzar un nivel de detalle y realismo excepcionales. Entre los métodos que emplea destacan:
  • Grabado en materiales plásticos: Utiliza estos sustratos y, mediante fresado mecánico manual, crea matrices con texturas detalladas y realistas que evocan el carácter orgánico de los paisajes que representa.
  • Serigrafía: Esta técnica le permite estampar en grandes formatos, brindando amplitud y fuerza visual a sus composiciones.
  • Grabado en hueco con planchas de fotopolímero (fotograbado): Esta técnica contemporánea le permite crear matrices con imágenes fotográficas de gran definición y expresividad, logrando un nivel de detalle que enriquece la calidad visual de sus obras.
Cada grabado se estampa en papel artesanal de alta calidad, aportando un toque orgánico y duradero a la obra. Tras la impresión, María recorta cada estampa a mano con bisturí con precisión quirúrgica, un proceso que requiere dedicación y atención al detalle. Finalmente, monta la obra en marcos de madera trabajados artesanalmente, que actúan como contenedores tridimensionales. Diseñados específicamente para cada pieza, estos marcos no solo enmarcan la obra, sino que completan su carácter rústico y natural, otorgándole un aire único y distintivo.

Historia

En tiempos en que los artistas se enfrentan a la revolución de la inteligencia artificial, son especialmente importantes los autores capaces de reivindicar la tradición sin perder de vista los avances tecnológicos. Es el caso de María Pujol, a quién van dedicadas estas líneas.
Nació a principios de los 80 y realizó su primera exposición con tan solo 15 años. Gracias a esta vocación temprana por el grabado y muchas horas de taller, ha alcanzado una maestría técnica que conmueve a todo aquel que tiene la suerte de disfrutar su obra.
La estampación es su pasión y el tórculo su mejor aliado. Con su esfuerzo diario consigue dar a conocer las técnicas más antiguas, sin renunciar a la innovación constante y a la oportunidad que ofrecen los medios digitales. Sus creaciones nacen de la esencia de los árboles, que ella nos muestra a través de sus manos y recuerdos. Sus obras conservan y transmiten vida.

Hagamos juntos un recorrido por su trayectoria profesional. Comenzó su formación en la escuela Superior de Arte y Diseño La Llotja de Barcelona. En el año 2004 obtuvo, en este centro, el Título de Técnico Superior en Artes Plásticas y Diseño en Grabado y Técnicas de Estampación.

Posteriormente, como sucedía con los artistas en época gremial, siguió formándose en un taller, éste fue el «AGA» Amsterdams Grafish Atelier (Holanda).
Ella considera que el inicio de su carrera profesional comenzó realmente en 2010. Ese año participó como artista invitada en Printmaking Exhibition “TRADES 10”, Broom Street Galery, Soho, New York. No le falta razón, pues desde entonces su presencia en ferias, exposiciones y reconocimientos no dejaron de sucederse.

Dos años después, en marzo de 2012, fue becaria en la résidence d’artistes en IFITRY, Centre d’art contemporain d’Essaouira. Y un año más tarde, en 2013, obtuvo el reconocimiento profesional en Italia, consiguiendo el Premio para el tercer mejor Libro de Artista de la II Biennale Internazionale del Libro de Artista.

En 2015 consigue otro galardón por sus libros de artista, concretamente, el segundo premio al mejor Libro de Artista del premio Ciudad de Móstoles (Madrid). Fue precisamente en Móstoles donde nos impresionó en una exposición monográfica, no solo con sus obras, también con un montaje expositivo interactivo donde mediante QR se podía ir accionando cada una de las piezas.
Todos estos hitos, anteriormente mencionados, nos hablan de cómo ha conseguido hacerse un nombre en la creación de libros de artista. Un trabajo delicado y concienzudo, en ocasiones acompañado por minuciosos cortes con bisturí capaces de transformar sus estampas en esculturas.
Yendo un paso más allá, en sus dioramas consigue integrar la estampación con el recorte y con efectos audiovisuales. Se trata de una verdadera actualización del diorama decimonónico. Una vez más: Tradición y futuro.
Cuando se aleja del tórculo lo hace para investigar nuevos materiales y herramientas con las que experimentar. Solo así consigue la elección certera de papeles, tintas y soportes que tanto nos fascinan.
Sin embargo, para ella su mayor logro es tener su propio taller. Desde 2007 dirige el Taller de grabado Manera Negra en Barcelona, situado dentro en el recinto del Poble Espanyol (Barcelona). En él, no solo desarrolla su propia producción artística, también disfruta formando a otros artistas y personas interesadas por la estampación.

Podemos pensar en María Pujol como esa artista gremial traída al siglo IXX. Una maestra virtuosa que vive por y para su obra. Que siente su taller como su verdadero hogar que acoge a todo aquel que desee aprender el oficio. Una artista que no tiene miedo al futuro y asume los nuevos retos como oportunidades para no dejar de soñar.

Nuria García Arias (consultora cultural y comisaria de exposiciones independiente)