El proceso de trabajo de la artista María Pujol para la creación de sus grabados tridimensionales es un reflejo de su minuciosidad y pasión por el arte. Todo comienza con la captura de una imagen, ya que María utiliza fotografías que ella misma realiza como base para sus obras. Estas imágenes sirven de inspiración y punto de partida para el grabado.Su obra se destaca por la creación de dioramas tridimensionales que funcionan como ventanas hacia otros lugares, tiempos y espacios., Pujol transforma el arte bidimensional en experiencias envolventes, creando ambientes de bosques, luces y sombras que transportan al espectador a escenarios únicos, invitándolo a una profunda experiencia de contemplación y exploración.
El siguiente paso es la creación de la matriz. María emplea fotopolímero, un material sensible a la luz, en el que transfiere y graba la imagen elegida. Este proceso implica una exposición precisa a una fuente de luz ultravioleta que endurece las zonas expuestas, dejando las partes no expuestas listas para ser reveladas y creando así una matriz detallada y texturizada.Cada obra se convierte en una interacción profunda, ampliando el alcance emocional y visual de sus grabados, y transformando la contemplación pasiva en un viaje activo a través de su arte.
Una vez lista la matriz, María procede a la estampación. Utiliza papel de alta calidad, generalmente de 250 gramos, que garantiza resistencia y durabilidad. La impresión del grabado requiere una presión cuidadosa para obtener todos los detalles de la matriz, creando una obra que refleja la riqueza de la imagen original.