Para superar esta limitación y dar vida a composiciones de mayor escala, he desarrollado un método que combina precisión técnica y creatividad artística. Divido la imagen inicial en múltiples segmentos, cada uno de los cuales es grabado cuidadosamente en su propia matriz. Estas matrices se estampan sobre papel japonés washi, elaborado con fibras de Kozo, un material reconocido por su resistencia, ligereza y capacidad para realzar los detalles del grabado.